ELLOS Y ELLAS: ¡Viva la diferencia!

 

Hechos:

Los hombre prefieren huir de la autoridad y de la familia. Las mujeres prefieren conectar.

Los hombres están orientados a si mismos. Las mujeres están orientadas a los demás.

Los hombres están orientados a los derechos. Las mujeres están orientadas a la responsabilidad.

Los hombres tienen una perspectiva individual ( el centro es «yo» ). Las mujeres tienen una perspectiva del grupo ( el centro es «nosotros» ).

 

Visión: Hombres, centrada. Mujeres, periférica.

Olfato: Mujeres, mucho y activo. Hombres, menos y poco activo.

Tacto: Mujeres, sensible y activo. Hombres, menos y poco activo.

Oído: Mujeres, umbral de tolerancia al ruido mas alto que el hombre.

Orientación a los demás: Las niñas ponen de manifiesto el doble de contacto ocular que los niños desde los 3 años de edad.

Lenguaje: Las mujeres hablan y escuchan un lenguaje de conexión e intimidad. Los hombres hablan y escuchan un lenguaje de rango e independencia.

 

¿Tiene su negocio clientas?.

¿Compran sus productos las mujeres?.

¿Son para ellas, para sus hijos o para su hogar?.


Incorporar habilidades femeninas al staff ejecutivo es, todavía hoy, una ventaja competitiva.

 

Esta pequeña aportación de evidencias elude intencionadamente todo posicionamiento moral, político y aún ético para centrarse en hechos y en oportunidades.

Se trata de habilidades. Se trata de Recursos Humanos (¡ que nombre mas feo!). Se trata de implementar una de las tareas vitales de un líder: sacar lo mejor de cada uno.

Drucker ha dejado dicho: «No se gestiona a las personas; la tarea es liderarlas. Y la meta es hacer que las cualidades y el saber específico de cada uno sean productivos».

Y, como viene al pelo, aprovecho para recordar lo que he aprendido, entre otros, de Jack Welch sobre lo que hacen los líderes ( algo mas actual que «el Príncipe» de Maquiavelo):

 

Hacen que un equipo mejore continuamente y aprovechan cualquier encuentro para evaluar,aleccionar y dar confianza a los suyos. De manera creíble, por supuesto.

No solo se aseguran de que todos entienden la visión de la empresa, sino de que la vivan y la respiren.

Se meten en la piel de su gente. Contagian energía y optimismo.

Generan confianza mediante la sinceridad, la transparencia y el buen humor: Son ejemplares.

Tienen el valor de tomar decisiones impopulares, relevando a los demás de la responsabilidad de lo decidido.

Cuestionan e insisten hasta asegurarse de que se responde a sus preguntas con hechos demostrables y cuantificables.

Inspiran el aprendizaje continuo y la autoestima de las personas.

Celebran los triunfos.

Los líderes no roban ideas a su gente.

 

Y esto otro, de cosecha propia:

 

El líder que elije su equipo pensando en «los manejables» reduce drásticamente la capacidad de competir del negocio.

El líder que premia el seguidismo y se revuelve contra los discrepantes, se ataca a sí mismo.

El líder que divide a su gente, acaba vencido.

El líder que piensa que los demás no piensan, está ciego.

El líder que se esconde no es Alfa, es Omega.

 

«Nadie es perfecto». B. Wilder.

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